¿Qué es Cosmo Guada y cuáles son sus orígenes?

¿Qué es Cosmo Guada y cuáles son sus orígenes?

Cosmo Guada es una pequeña empresa que nace en el corazón de la Reserva Starlight Cielos de Guadalajara. Saelices de la Sal es nuestra cuna, el lugar donde habitamos desde hace más de 10 años. Remontémonos hacia atrás unos cuantos años para ver cómo hemos llegado hasta aquí.

Mi nombre es Lola Silva. Madrileña de nacimiento y Saliceña de adopción vine a vivir aquí por “circunstancias de la vida” y aquí me quedé. En estos 10 años he intentado por todos los medios encontrar un medio de vida que me permitiera quedarme en este pueblo y ganarme la vida. Y no es fácil.

Hablamos de un municipio en el que hay censados 45 habitantes pero que en invierno se convierten en unos 25, los que nos autodenominamos “de todo el año”. Cuando llega la época estival este censo asciende hasta unas 200 almas, algo que es difícil de llevar para los acostumbrados a la soledad y el silencio.

En Saelices tenemos un tesoro, un patrimonio que está así reconocido, calificado como Bien de Interés Cultural (BIC), las Salinas de San Juan. Sí, has leído bien, unas salinas, en un pueblo de Guadalajara. Mi pasión por las salinas me llevaron a investigar sobre qué haría falta para darle el valor que tienen y darlas a conocer al mundo. Y esto me llevó a mi segunda pasión: el cielo nocturno.

En marzo de 2022 realicé en Molina de Aragón un curso de Monitor Astronómico de la mano de la prestigiosa Fundación Starlight, y con el inestimable apoyo de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha. Y encontré una salida de autoempleo combinable con casi cualquier cosa. 

El astroturismo, o turismo de estrellas, es una nueva concepción de turismo que se “sale” de lo estandarizado. Y se puede combinar con cualquier otra ruta, visita guiada, monumento, ciudad o lugar que se te ocurra. Puedes realizar una visita guiada a un castillo y una observación estelar a continuación. Se combina perfectamente con una ruta diurna o nocturna por el campo. Marida divinamente con una cata de vinos en un paraje natural…

Así que me lancé. Comencé por darme de alta como autónoma en 2022, comprarme unos prismáticos astronómicos y echarle muchas horas a eso de conocer el cielo nocturno. Más adelante me tiré a la piscina y me compré un telescopio y, venciendo todos mis miedos y resistencias, comencé a hacer actividades en las que observábamos el cielo nocturno, paseando por las constelaciones, hablando de astronomía y de mitología.

La observación del cielo nocturno es algo que nos une a nuestros ancestros, a cualquiera de las culturas que hayan pisado la tierra antes que nosotros. Y no voy a hablar de las que vendrán porque depende de la contaminación lumínica y las megaconstelaciones de satélites que podamos seguir disfrutando del espectáculo nocturno.

Para poder iniciar esta andadura he contado con ayuda. Y quiero aprovechar este espacio para agradecer a la JCCM por su ayuda económica. Y más concretamente, a la Jefa del Servicio de Turismo, Comercio y Artesanía, Ana Rebollo, por su implicación personal y el apoyo que me ha dado siempre que lo he necesitado. Gracias también a la Diputación de Guadalajara por las ayudas económicas que ofrece a las empresas. Y gracias a la Fundación Starlight por las formaciones, los Cafés con Estrellas y los Festivales Starlight. Gracias al Barrio, a esa familia Starlight, monitores como yo que son los que me empujaron (literalmente) y me aconsejaron, enseñaron y apoyaron en mis inicios. Gracias a Gemma y Miguel, por darme la oportunidad de hacer actividades con vosotros que conocéis perfectamente “el terreno” del emprendimiento. 

Y por supuesto, un millón de gracias a Rubén, mi astrofísico particular, mi pañuelo de lágrimas, el que me tiene que “aguantar” cada vez que me muero de miedo al enfrentar un nuevo reto, que me dice que nuevos objetos estudiar, qué nuevo taller puedo hacer. Sin sus consejos no tendría ni telescopio. No me habría atrevido. Tenías razón cuando decías que ya me conocía el cielo y que estaba preparada para el telescopio. 

Cosmo Guada no nace sola, ni de la nada. Nace bien arropada, da sus primeros pasos con un montón de manos para sostenerla. Nace con caras sonrientes a su alrededor, palabras de ánimo, gestos de apoyo. Sara y Julio, Marta y Ángel, Carlos, Pili y Gabi, Fernandos (ambos fotógrafos, pater y Luz), Toñi y Juanvi. Gracias a todos y todas por todo lo que habéis aportado a mi vida, a mi forma de ver las cosas.

Por último quiero agradecer al ayuntamiento de Saelices de la Sal todo el apoyo que me han ofrecido siempre para seguir viviendo ahí y para llevar a cabo mi proyecto empresarial. Espero que los proyectos futuros vean la luz y que juntos, pueblo y empresas, demos a conocer nuestro municipio y sus tesoros al resto del mundo.

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